Tec. Pod. Alberto Stinat

Integrante de los equipos de Pie Diabético de AEPSM y MUCAM

Como es de costumbre y la fecha nos indica, próximamente comenzarán los días inhóspitos,  tanto en la baja de temperatura como en el exceso de humedad (léase, lluvias). Esto requiere el cuidarnos en todos los aspectos, pero vayamos a lo que nos compete, que es el cuidado de nuestros pies.

Alguna vez hemos escuchado que la persona con Diabetes suele tener “contratiempos” con  sus pies… lo cual es cierto.Pero también es cierto el hecho que la gran mayoría de esos “contratiempos”, son evitables en su gran mayoría. Y  cabe aquí entonces la siguiente pregunta, ¿por qué ocurren? Pues ocurren por dos grandes razones: la primera, por falta de información y la segunda, por negligencia.Intentaremos por este medio aportar información y crear conciencia para que la segunda razón desaparezca.

El cuidado de nuestros pies es muy importante.  ¿Cómo y qué hacer? Protegerlos del frío y de la humedad es primordial.

El calzado debe ser adecuado para repeler lo arriba mencionado, además de cómodo. Aquí nos queremos detener en algo: cuando compramos el calzado lo debemos hacer en la tarde, pues los pies están más edematizados, (hinchados). Nos probamos ambos pies y de primera deben quedar cómodos. Borrémonos la clásica frase de algunos vendedores:“con el uso estiran”, claro que estiran, pero a expensas de nuestro pies y con el riesgo de ocasionar alguna herida.

Las medias, cuanto más algodón o hilo tengan en su composición… mejor. Si tienen una costura importante en la punta, corremos el riesgo que la misma nos lastime, por lo que sugerimos usarlas con la costura hacia afuera. Los colores claros son los sugeridos pues ellos se manchan si nos lastimamos y los podemos ver en seguida, con los colores oscuros es más difícil de notar.

Si las medias se mojan, deberíamos cambiarlas inmediatamente, pues al estar húmedas actúan friccionando y no protegiendo la piel.

La inspección de nuestros pies es indispensable y se debe hacer a diario.  Observamos dorso, planta y espacios interdigitales, busquemos siempre una buena fuente lumínica.

Debemos esmerarnos en mantener los pies y los espacios interdigitales secos, lo logramos haciendo uso del secador de pelos, con aire tibio o frio, nunca caliente.

Si detectamos algo fuera de lo normal,deberíamos consultar con un especialista. Y ¿Qué es fuera de lo normal? Una zona enrojecida, un hematoma, una flictena (ampolla) independiente de su contenido, una herida, sin importar su tamaño o hiperqueratosis (callosidades).

Nunca desestimemos el consultar por algo que nosotros consideremos insignificante, suelen ser las más riesgosas, las que se infectan por no darle el tratamiento adecuado. Es preferible que se consulte y que el profesional le diga lo siguiente: “váyase  tranquilo siguiendo estos cuidados o tratamiento”, a que se le diga, “¿por qué no vino antes?”

Pero antes de concurrir a la consulta con alguno de los “contratiempos“ mencionados, ¿cómo debemos actuar? La respuesta es:inmediatamente.

Si es una flictena (ampolla), nunca pincharla.

Si es una herida, la debemos lavar a ella y a la piel perilesional(piel que está en los bordes) con un jabón neutro, (glicerina, de tocador, nunca el de ropa), luego enjuagamos, secamos con gasa estéril y cubrimos con otra gasa.

Bajo ningún concepto aplicaremos productos que contengan Yodo,  ya que suele quemar la piel, agregando de esta manera una mayor superficie a la herida inicial.

Es primordial el recordar que un pie con lesión, independiente de su magnitud, nos puede dificultar la marcha, interrumpir una actividad, tanto laboral como deportiva y en algunos casos llegar a la internación. Nunca subestimemos una situación.

Espero que estos aportes les hayan sido de utilidad.