Con gran frecuencia se nos consulta sobre este tema y es por esa razón queremos informar y aclarar el porqué de esta situación patológica.
La Eyaculación Retrógrada significa que el semen, en vez de expulsarse hacia el exterior, se expulsa hacia la Vejiga Urinaria. Posteriormente se elimina con la orina pero es algo difícil de percibir.
Para entender este trastorno es necesario saber cómo es el mecanismo normal de la eyaculación. La eyaculación es un reflejo complejo que consta de dos fases: Emisión y Expulsión.
En la Fase de Emisión se produce el pasaje del semen desde las Vesículas Seminales y la Próstata hacia la uretra prostática también llamada uretra posterior.
En la Fase de Expulsión el semen sale expelido hacia el exterior a través de la uretra debido a las contracciones rítmicas de la misma y de los músculos perineales.
Aclaremos además, que el Orgasmo es esa rica y placentera sensación generalizada que se produce simultáneamente con las fases vistas y determina la descarga de la tensión sexual acumulada durante la Excitación.
El volumen de semen que se eyacula, es de aproximadamente 3 a 5 mililitros y varía según cada individuo y según la frecuencia de eyaculaciones. Cuanto mayor es la frecuencia, menor será el volumen eyaculado. Esto, que frecuentemente se nos pregunta, es lógico pues hay que darle tiempo a todas estas glándulas a que produzcan nuevamente el semen.
El 90 % del líquido seminal es producido en las Vesículas Seminales y Próstata, mientras que el Testículo contribuye solo con un 10 % de ese volumen pero con el valor agregado de contener los Espermatozoides.
Otras glándulas Uretrales contribuyen en menor grado a la formación del Semen.
El recorrido del líquido hacia el exterior se realiza a través de la Vía Seminal constituida por diferentes estructuras, a saber:
-Los Túbulos Seminiferos a nivel de los Testículos. En su interior avanzan los Espermatozoides todavía, inmaduros. Así llegan al Epidídimo y su sistema de canalículos y donde terminan de adquirir su capacidad de fecundación.
-Luego pasan a los Conductos Deferentes que transportan el semen contenido en ellos hacia el Conducto Eyaculador el cual termina a nivel de la Próstata en la Uretra.
La Uretra es un conducto común a la Eyaculación y a la Micción y presenta en su constitución dos estructuras musculares llamadas Esfínteres, uno Interno y otro Externo. El Esfínter Interno está localizado en el Cuello de la Vejiga Urinaria. El Esfínter Externo se encuentra algo más distante y de ahí su nombre.
Durante la Fase de Emisión, ambos Esfínteres se encuentran cerrados y el Semen se va depositando entre ellos generando presión en ese compartimiento.
Durante la Fase de Expulsión, se abre el Esfínter Externo mientras que el Esfínter Interno permanece cerrado. De esa forma el semen se expulsa hacia el exterior y no puede pasar a la Vejiga Urinaria.
La Eyaculación Retrógrada es una consecuencia del mal funcionamiento del Esfínter Interno ya que si este falla, la presión que genera el semen al acumularse como ya explique, lo envía hacia la Vejiga pues el Esfínter Externo persiste cerrado y no se expele hacia el exterior.
Las causas de este problema pueden ser varias.
Causas quirúrgicas como se ven en las cirugías de Próstata. Lamentablemente, muchas veces no se le explica al paciente que ello pueda suceder. Al eliminarse el Esfínter Interno o al ser afectada de alguna manera su función, como ya vimos, el semen pasa a la Vejiga.
Puede suceder algo parecido en los pacientes sometidos a Radioterapia de la región perineal, como consecuencia de la irradiación del sistema neurológico.
Ciertas enfermedades del Sistema Nervioso como la Esclerosis Múltiple o las lesiones de la Medula Espinal, pueden resultar en una Eyaculación Retrógrada.
La neuropatía vegetativa que se puede ver en la Diabetes, afecta a casi el 30 % de los varones. Se debe a la alteración de las fibras nerviosas autonómicas del cuello vesical.
Un grupo importante de fármacos también pueden ocasionar esta patología. Antihipertensivos, medicamentos para las afecciones de la próstata, antidepresivos, ciertos ansiolíticos benzodiazepinicos, el alcohol, entre otros.
El tratamiento, si bien no siempre será efectivo dada la causa que lo provocó, es variado y justamente va a depender del origen del problema.
Si la solución existe, el médico tiene la obligación de conocerla y otorgarla.