A veces me llama la atención que mucha gente vea la consulta con el médico sexólogo como algo misterioso y vergonzoso.
Una consulta médica sexológica en nada difiere de una consulta en cualquier otra especialidad. Lógicamente, haremos hincapié en la respuesta sexual y en las patologías que hayan desencadenado el problema.
Hoy en día se sabe que la gran mayoría de las disfunciones de la erección, tienen una causa orgánica. Esto hace que la medicina se vea obligada a capacitarse cada vez más en los problemas de salud que desembocan en una disfunción eréctil.
El interrogatorio nos aporta datos como la edad, el estado civil y el tipo de trabajo que el paciente realiza o ha realizado si está retirado. Los antecedentes laborales son muy importantes dado que pueden implicar trabajos de fuerza, trabajos con tóxicos, tareas estresantes, etc.
El paciente que llega a nuestro consultorio por este cuadro, será interrogado en profundidad acerca de; qué tan severo es el trastorno, cuánto lleva de evolución, si tiene la capacidad actualmente de penetrar o no. Si logra la penetración ¿esa erección se mantiene, cae o mejora? ¿Existen las erecciones de la mañana o se han perdido? Si se intenta la masturbación, ¿logra cierto grado de erección? La eyaculación, ¿es más rápida que antes, es igual o se ha retardado o incluso no se logra? El deseo sexual ¿sigue estando presente o se ha notado una disminución del mismo?
Es importante saber diferenciar por parte del médico cuando un paciente nos habla de que tiene menos deseo sexual si eso se puede deber a una disminución hormonal o ser consecuencia del excesivo temor a fracasar que hace que ni siquiera piense en el sexo.
Si no se tiene en claro esa diferencia se cae en la tentación de indicar hormonoterapia a pacientes que no la requieren, cosa que vemos con altísima frecuencia. Lamentablemente esto también tiene un trasfondo económico pues muchas veces el interés monetario supera al interés científico.
Saber qué tipo de vínculo de pareja existe y cómo es esa relación tanto en general como en lo sexual, es un dato imprescindible.
Los antecedentes, tanto médicos como quirúrgicos así como conocer a fondo la medicación que se está consumiendo en forma crónica, son indispensables para orientarnos a un pronóstico lo más acertado posible.
Muchas veces, no existe ningún antecedente patológico por lo menos conocido y eso a veces desorienta muchísimo al paciente, quien nos dice que es completamente sano.
La disfunción eréctil por sí sola puede ser una enfermedad o ser el indicio que nos oriente a buscar una enfermedad desconocida. Esto último, debe quedar bien claro a todos aquellos que consulten.
Siempre interesa saber si el paciente ya ha consultado anteriormente por el problema y si hizo o no algún tipo de tratamiento previamente y qué resultado ha tenido.
Habitualmente el paciente que llega a nuestra consulta lo hace luego de múltiples fracasos terapéuticos. Si bien, no nos dedicamos a realizar milagros, es una pena que se pierda la oportunidad de consultar seriamente y se pueda esperar una respuesta sincera.
El examen físico es una parte de la consulta que no se debería obviar, como suele suceder en el mutualismo. Registrar la presión arterial es un gesto mínimo pero imprescindible. La auscultación cardiaca y buscar por palpación tanto los pulsos periféricos como los pulsos penianos nos aporta valiosísimos datos pronósticos.
La palpación abdominal buscando el estado anatómico de hígado y riñones, son elementos que no deben faltar en un correcto examen semiológico.
El aspecto físico general de un paciente orienta al médico en la sospecha de infinidad de enfermedades. Nuestros ojos y nuestras manos son herramientas indispensables y tan importantes como el saber preguntar y, sobre todo, el saber escuchar a una persona que llega con un problema que lo afecta a él y a su pareja, que lo angustia y lo avergüenza, pues toca un área muy sensible en la vida de un hombre.
Por último estamos seguros que aquel que necesite consultar debe saber que las posibilidades de lograr una mejoría siempre están presentes, pero que no depende solo del médico. Todos deben comprometerse en el esfuerzo de mejorar, de lo contrario, no se justifica consultar.