Nuestra población de adultos mayores va en aumento al incrementarse la expectativa de vida.Los cambios en la respuesta sexual y principalmente en la erección son más notorios a mayor edad.A nivel mundial la disfunción eréctil oscila entre el 22 y el 30% en varones de 50 a 69 años y supera el 35% entre 70 y 75 años.
Lógicamente, se debe agregar a la edad, la presencia de afeccionesque contribuyen al deterioro general agravando el cuadro.Se sabe que la presencia de Diabetes y de hipertensión da mayor gravedad a esta disfunción.
En mi actividad privada, evaluados 3941 pacientes hasta octubre del 2017, encontramos 928 pacientes diabéticos, esto es el 23,54% y 1780 pacientes con hipertensión arterial, el 45,16%.
Con respecto a las edades de estos pacientes, oscilan entre los 29 y los 92 años, al momento de realizar la primera consulta.
El 64% del total de los pacientes con Diabetes a su vez tenían hipertensión, que, como ya vimos, son dos factores de riesgo vascular que comprometen más la función eréctil.
Si tenemos en cuenta que se calcula en algo más de 8,2% la prevalencia de diabéticos en nuestro país tomando ambos sexos, vemos la importancia de esta enfermedad en el desarrollo de trastornos sexuales, sobre todo disfunción eréctil,cuando en nuestra muestra, el 23,5% son varones diabéticos.
Por otra parte se calcula que 1 de cada 3 uruguayos es hipertenso .La hipertensión que encontramos en el 45% de quienes nos consultan, es un factor de riesgo vascular muy agresivo si no es tratada adecuada y permanentemente.
Siempre se debe tener en cuenta la medicación utilizada para tratarla, ya que en su mayoría afectan también la función eréctil.
Tanto la hipertensión arterial como la Diabetes tipo 2 se hacen más frecuentes a medida que se envejece. Por esta razón también aumenta la prevalencia de la disfunción eréctil con la edad como lo comprobamosen nuestra casuística personal.
La casi totalidad de los hipertensos llegan al consultorio ya tratados, pero no sucede lo mismo con la Diabetes, la que muchas veces la descubrimos por la sospecha de su presencia en los pacientes relativamente jóvenes con disfunción eréctil lenta y progresiva.
Síndrome Metabólico, Enfermedad arterial periférica y Disfunción eréctil:
En los últimos años las investigaciones se han dirigido a estudiar la relación de la enfermedad arterial periférica y el síndrome metabólico en la génesis de afecciones que nos acerquen aun pronóstico cardiovascular, como la disfunción eréctil y la enfermedad renal crónica.
La enfermedad arterial periférica es considerada actualmente una epidemia silenciosa ya que es muy frecuente y poco diagnosticada.
Es la manifestación de la arterioesclerosis en las arterias periféricas principalmente distales. ¿Porqué distal? Ahí es donde los vasos arteriales son más delgados y con más facilidad se pueden ir obstruyendo, dando las primeras manifestaciones clínicas.
Detectar tempranamente esta afección arterial y tratar los factores de riesgo vascular, va a ir de la mano con la prevención de graves cuadros cardíacos y/o cerebrales.
Por otro lado el síndrome metabólico definido como la agrupación de presión alta, glucemia elevada, trastornos de las grasas sanguíneas y obesidad abdominal (perímetro abdominal), potencia el riesgo cardiovascular.
Exactamente lo mismo sucede con la disfunción eréctil y la enfermedad renal crónica, afecciones que de por síaumentan el riesgo de ataques cerebrales o cardíacos con riesgo de muerte o de invalidez.
Los estudios más recientes hablan de que los pacientes diagnosticados de enfermedad arterial periférica, tienen más prevalencia del síndrome metabólico y donde ambos cuadros están presentes, son más frecuentes los factores de riesgo vascular clásicos y es más frecuente también, la existencia de enfermedad renal, enfermedad cardiovascular y de disfunción eréctil.
Como dije al inicio, la enfermedad arterial periférica es silenciosa y lentamente progresiva.
Es por ello que no nos debe asombrar que los problemas de erección estén presentes, sin que, a criterio del paciente, no exista algún antecedente de los que he mencionado.
Es frecuente escuchar en el consultorio frases como: “no sé porque me pasó esto si yo soy sano”.La salud es la ausencia de enfermedad, pero el desconocimiento de la existencia de enfermedades, no significa que seamos totalmente sanos.