La Diabetes es una enfermedad crónica que a lo largo del tiempo va progresando y afectando los diferentes órganos en forma particular. Se estima que un 15 % de los diabéticos presentarán una úlcera y de éstos; un 25 % terminarán con algún tipo de amputación menor o mayor.
Con la progresión de la Diabetes aparece la neuropatía (alteración y daño de los nervios), las alteraciones mecánicas (deformidades) y/o la enfermedad arterial periférica (insuficiencia en la irrigación del pie), implicadas en la génesis de las lesiones iniciales del pie diabético.
La determinación del riesgo de padecer una lesión en un paciente diabético es muy importante para programar la frecuencia de los controles, su nivel de atención (policlínica, unidad de pie diabético, centro hospitalario) y la oportunidad de la derivación (coordinación diferida o urgencia).
No todos los pacientes tienen el mismo riesgo de sufrir una lesión en sus pies y por otro lado un mismo paciente puede ir progresando en el riesgo de sufrir una complicación. En los pacientes que no han desarrollado una lesión se realiza una prevención primaria tendiente a evitar dicha complicación.
Nosotros seguimos la clasificación propuesta por el Grupo Internacional de trabajo de pie diabético (IWGDF) que definen 4 niveles de riesgo lesional:
RIESGO LESIONAL (PARA PADECER UNA LESION EN EL PIE):
MUY BAJO RIESGO
BAJO RIESGO
MODERADO RIESGO
ALTO RIESGO
Para catalogar el riesgo lesional se necesita de una evaluación básica y específica de los pacientes diabéticos (screening neurológico, vascular y podológico).
CLASIFICACIÓN DEL RIESGO DE ÚLCERA – SISTEMA DEL IWGDF:
PSP = Pérdida de la Sensibilidad Protectora, EAP = enfermedad arterial periférica
La clasificación del Pie de Riesgo permite orientar y derivar al profesional en el nivel de atención sanitaria que ese paciente corresponde.
Prevención primaria.
La principal prevención es la primaria; evitando que aparezcan lesiones; esta prevención debería de comenzar en el momento del diagnóstico de Diabetes, sin esperar a la aparición de complicaciones tardías como la neuropatía. Fracasado el modelo de prevención primaria, la mayoría de los pacientes desarrollan lesiones por una deficiente educación sanitaria y abandono de hábitos saludables. De hecho, el pie diabético se produce fundamentalmente en clases sociales desfavorecidas o con pocos recursos, en personas que viven solas o en situación de dependencia y en ancianos.
La prevención de las lesiones del pie en los diabéticos es la clave para reducir la incidencia de las complicaciones en general y de las infecciones en particular.
La educación junto con la inspección de los pies pueden diagnosticar precozmente las lesiones. La prevención y la adquisición de los conocimientos del paciente acerca de los cuidados de pie diabético están directamente relacionados con el nivel de educación, con factores sociales, económicos y del entorno familiar.
La prevención primaria evitando la aparición de lesiones se basa en:
Higiene diaria.
Lavar los pies todos los días con agua tibia (menor a 37 grados ) y jabón neutro. Secado del pie sobre todo entre los dedos.
Usar crema hidratante para la piel seca. No utilizarla entre los dedos.
Siempre utilizar medias de algodón con el calzado
Características del calzado apropiado.
Puntera ancha, alta y redondeada, que permita la movilidad de los dedos.
El zapato debe tener buen asiento que apoye toda la superficie del pie.
Se recomienda la suela con balancín.
El ajuste del zapato debe ser con cordones, hebilla o velcro en el dorso del pie.
La profundidad de los zapatos debe ser mayor a la del pie para evitar roces con el contrafuerte y facilitar la inclusión de plantillas ortopédicas.
Los materiales deben ser pieles finas y blandas evitando las costuras internas.
Se recomienda comprar el calzado en la tarde ya que los pies se hinchan durante el día.
El calzado que cumple la mayoría de estos requisitos son el champion o los zapatos diseñados para diabéticos.
Inspección diaria de los pies.
Inspección diaria de los pies, incluidos entre los dedos y planta del pie.
Se puede recurrir a la utilización de un espejo para facilitar ver la planta de los pies. Si el paciente no puede verse los pies debe recurrir a otra persona.
Ante un enrojecimiento, ampolla, fisura o lesión realizar la consulta en su centro de salud
Evitar traumas.
El corte de las uñas es recta. Es mejor limarlas para evitar lesiones con un objeto cortante.
Si la visión está deteriorada no debe el paciente intentar cortarse o tratar callosidades del pie. Debe de contar con un podólogo especialista en pie diabético.
Los callos deben ser tratados por el podólogo. Está contraindicado el uso de productos químicos (callicidas).
Debe evitarse la sequedad o humedad excesiva del pie.
No se debe caminar nunca descalzo ni en la casa ni en la calle. No se debe usar el calzado sin las medias o calcetines.
En la playa se debe usar zapatillas.
Se debe hacer una inspección y palpación del interior del calzado dado que puede haber algún objeto extraño que provoque una lesión.
Cuidados podológicos.
Son fundamentales los cuidados podológicos para los pacientes diabéticos y obligatorios para los pacientes con algún factor de riesgo lesional. Debe de estar a cargo de un podólogo especialista en pie diabético.