La Diabetes Mellitus (DM), representa una de las condiciones médicas más comunes que complican el embarazo con repercusión no solo sobre la madre y el feto, sino también en el recién nacido, la adolescencia y muy probablemente se extienda a la vida adulta.

Una de las consecuencias de las alteraciones metabólicas de la Diabetes Mellitus Gestacional (DMG), es un aumento en la frecuencia de complicaciones perinatales y maternas, pues en muchos casos se produce un excesivo crecimiento fetal con riesgo incrementado de trauma al parto, por ende se eleva significativamente el índice de cesáreas y el riesgo materno asociado a la intervención en pacientes obesas en más del 25 %, así como una mayor frecuencia de enfermedad hipertensiva gravídica (en algunas de sus variedades), infecciones urinarias, polihidramnios, etc.

La presencia de DMG constituye por todo lo expuesto un alto riesgo obstétrico, por lo que se hace necesario el uso correcto de los conocimientos y tecnologías más avanzadas.

En un análisis de 842 DMG en el Servicio Central de Diabetes y Embarazo se detectó que un 10 % de las embarazadas tratadas con solo la dieta calculada y aparente control metabólico se detectaba hiperglucemia semanas después, que fue calificada de hiperglucemia tardía y que hizo necesario imponer tratamiento insulínico, en esa investigación se le denominó tratamiento insulínico tardío ya que acumularon importante morbilidad neonatal.

Entre los factores epidemiológicos detectados causantes de la hiperglucemia tardía se encontraron:

  1. Índice de masa corporal (IMC) de 29,1 kg/m2 o más.
  2. Historia de DMG previa.
  3. Edad de 40 años o más.
  4. Historia de mortalidad perinatal inexplicable.
  5. Glucemia en ayunas al diagnóstico igual o mayor de 105 mg/dl (5,8 mmo.l/L).

6.- Historia de neonatos con 4 000 g o más.

Diagnóstico.

Si tienes un riesgo promedio de desarrollar Diabetes gestacional, probablemente se te realice un examen de detección durante el segundo trimestre, entre las semanas 24 y 28 de embarazo.

Si tienes un riesgo alto de padecer Diabetes, por ejemplo, si tienes sobrepeso u obesidad antes del embarazo o si tu madre, tu padre, un hermano o un hijo tiene Diabetes, es posible que el médico te haga una prueba de Diabetes al principio del embarazo, probablemente en tu primera visita prenatal.

Examen de rutina para detección de la Diabetes gestacional.

Los exámenes de detección pueden variar ligeramente dependiendo del proveedor de atención médica, pero generalmente incluyen las siguientes:

Prueba inicial de tolerancia a la glucosa. Tendrás que beber una solución de glucosa en almíbar. Una hora más tarde, te realizarán un análisis de sangre para medir tu nivel de glucosa sanguínea. Un nivel de glucosa sanguínea de 190 miligramos por decilitro (mg/dL) o 10,6 milimoles por litro (mmol/L) indica Diabetes gestacional.

Diabetes Gestacional.

Los exámenes de detección pueden variar ligeramente dependiendo del proveedor de atención médica, pero generalmente incluyen las siguientes:

Prueba inicial de tolerancia a la glucosa. Tendrás que beber una solución de glucosa en almíbar. Una hora más tarde, te realizarán un análisis de sangre para medir tu nivel de glucosa sanguínea. Un nivel de glucosa sanguínea de 190 miligramos por decilitro (mg/dL) o 10,6 milimoles por litro (mmol/L) indica Diabetes gestacional.

Un nivel de glucosa sanguínea inferior a 140 mg/dL (7,8 mmol/l) suele considerarse normal en una prueba de tolerancia a la glucosa, aunque puede variar según la clínica o el laboratorio. Si tu nivel de glucosa sanguínea es más alto de lo normal, necesitarás otro estudio de tolerancia oral a la glucosa para determinar si tienes la afección.

Estudio de tolerancia oral a la glucosa de seguimiento. Esta prueba es similar a la prueba inicial, excepto que la solución dulce tendrá aún más azúcar y tu glucosa sanguínea se revisará cada hora durante tres horas. Si al menos dos de las lecturas de glucosa sanguínea son más altas de lo esperado, se te diagnosticará Diabetes gestacional.

Perfil biofísico.

Prueba de tolerancia a la glucosa

Mostrar más información relacionada.

Tratamiento.

El tratamiento de la Diabetes gestacional incluye lo siguiente:

-Cambios en el estilo de vida

-Control de la glucosa sanguínea

-Medicamentos, si es necesario

El control de los niveles de glucosa sanguínea ayuda a mantenerlos a ti y a tu bebé sanos. El control minucioso también puede ayudarte a evitar complicaciones durante el embarazo y el parto.

Cambios en el estilo de vida.

Tu estilo de vida —cómo comes y te mueves— es una parte importante para mantener tus niveles de glucosa sanguínea dentro de un rango saludable. Los médicos no recomiendan bajar de peso durante el embarazo, ya que el cuerpo hace un gran esfuerzo para que el bebé crezca. Sin embargo, el médico puede ayudarte a establecer metas en materia de aumento de peso sobre la base del peso que tenías antes del embarazo.

Alimentación sana.

Una dieta saludable se centra en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras —alimentos que son altos en nutrición y fibra y bajos en grasa y calorías— y limita los carbohidratos altamente refinados, incluidos los dulces. Un dietista registrado o un educador en Diabetes pueden ayudarte a crear un plan de comidas basado en tu peso actual, tus metas de aumento de peso durante el embarazo, tu nivel de glucosa sanguínea, tus hábitos de ejercicio, tus preferencias alimenticias y tu presupuesto.

Mantente activa.

La actividad física regular tiene un papel fundamental en el plan de bienestar de cualquier mujer antes, durante y después del embarazo. El ejercicio reduce el nivel de glucosa sanguínea y, como ventaja agregada, el ejercicio regular puede ayudar a aliviar algunas molestias comunes del embarazo, incluidos el dolor de espalda, los calambres musculares, la hinchazón, el estreñimiento y los problemas para dormir.

Con el visto bueno del médico, intenta hacer 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana. Si no has estado activa durante un tiempo, comienza despacio y aumenta progresivamente. Caminar, andar en bicicleta y nadar son buenas opciones durante el embarazo. Las actividades cotidianas, como las tareas domésticas y la jardinería, también cuentan.

Controla el nivel de glucosa sanguínea.

Durante el embarazo, es posible que el equipo de atención médica te pida que controles tu nivel de glucosa sanguínea cuatro o más veces al día (a primera hora de la mañana y después de las comidas), para asegurarse de que tu nivel se mantenga dentro de un rango saludable.

Medicamentos.

Si la dieta y el ejercicio no son suficientes, es posible que necesites inyecciones de insulina para bajar el nivel de glucosa sanguínea. Entre el 10 % y el 20 % de las mujeres con Diabetes gestacional necesitan insulina para alcanzar sus objetivos de glucosa sanguínea.

Definiciones empleadas.

  1. Hipertensión inducida por el embarazo: TA. 140/90 o más en dos ocasiones con un intervalo mínimo de 6 h, con 20 sem o más, o una sola toma mayor o igual a 160/110.
  2. Sepsis urinaria: presencia en un urocultivo más de 100,000 unidades formadoras de colonias de cualquier agente patógeno (bacteriuria), o cuadro clínico febril (pielonefritis).
  3. Parto pretérmino: parto ocurrido en el período gestacional de 28 a 36,6 sem.
  4. Rotura prematura de membranas ovulares: presencia de rotura de membranas ovulares espontáneas antes del comienzo del trabajo de parto.
  5. Relación PEPI/IP: relación entre la cantidad del número de partos espontáneos posterior a la inducción (PEPI) del parto y el número de inducciones del parto (IP).
  6. Accidente hipoglucémico: manifestaciones clínicas de frialdad, sudoración, decaimiento y comprobación de glucemia materna menor de 50 mg/dl (2,7 mmo/L) en plasma venoso o 60mg/dl (3,3 mol/L) en sangre capilar.
  7. Control metabólico. Buen control: glucemia preprandial o en ayunas igual o menor de 94 mg/dl (5,2 mmol/L). Glucemias posprandiales de 2 h iguales o menores de 114 mg/dl (6,3 mmol/L). Promedio de glucemias en las 24 h igual o menor de 90 mg/dl (5,0 mmol/L). Mal control: valores mayores que los expuestos.
  8. Necesidad de aumento de insulina: dado por la presencia de valores glucémicos superiores a los valores que indican buen control metabólico, lo que es indicativo de aumento de la dosis correspondiente de insulina regular en 2UI/subdosis/día, hasta alcanzar valores de perfil glucémico correspondientes con la definición de buen control metabólico.

¿Mujeres con Diabetes tipo 1 pueden quedarse embarazadas?

Mujeres con Diabetes tipo 1 pueden quedarse embarazadas, pero deben realizar visitas de control antes y durante del embarazo ya que la Diabetes puede afectar al pronóstico de la madre y al de su futuro hijo.

Los efectos más frecuentes son un mayor riesgo de aborto (de ahí la infertilidad que pueden padecer algunas mujeres con Diabetes), malformaciones y otras complicaciones maternales y fetales, sobre todo si hay un mal control metabólico.

Múltiples estudios han demostrado que el riesgo de malformaciones está relacionado con el mal control glucémico en las primeras semanas de gestación. Por este motivo, la optimización del control debería iniciarse antes del embarazo. Sin embargo, todavía dos tercios de las mujeres con Diabetes no planifican el embarazo, probablemente por el desconocimiento de sus consecuencias.

¿Por qué debería realizarse un control de la Diabetes antes del embarazo?

Si una mujer con Diabetes tipo 1 tiene el deseo de quedarse embarazada, debería consultar con su endocrinólogo para ser derivada a una unidad especializada y poder planificar el embarazo adecuadamente con el objetivo de:

-Conocer el riesgo que conlleva la gestación y qué hacer para prevenir y reducir las complicaciones maternas y fetales.

-Informarse sobre el uso de métodos anticonceptivos eficaces hasta conseguir unos niveles de glucosa óptimos.

-Evaluar las complicaciones crónicas de la Diabetes y diagnosticar enfermedades autoinmunes como la celiaquía o la enfermedad tiroidea, si hay sospecha.

-Conseguir los objetivos de control glucémico óptimos para el embarazo, recomendando niveles de hemoglobina glicosilada menores del 6,5 %, glucemias antes de las comidas entre 70 y 95mg/dl y una hora después de éstas entre 90 y 140mg/dl, intentando evitar las hipoglucemias. Será necesaria una adecuada educación diabetológica y aumento de la frecuencia de los autocontroles de glucemia capilar (7-10 al día).

-Valorar si alguna insulina está contraindicada para la gestación o si debe cambiarse el tratamiento para conseguir unos objetivos de control tan estrictos (infusor subcutáneo de insulina).

-Seguir las recomendaciones médicas sobre la toma de suplementos nutricionales con ácido fólico 3 meses antes de la gestación para prevenir los defectos del tubo neural (espina bífida) y yodo (para disminuir el riesgo de alteraciones en el desarrollo neurológico fetal).

-Valorar la Diabetes de la madre para detectar circunstancias que hicieran desaconsejable una gestación.

Cuatro casos en los que es desaconsejable una gestación.

Hay situaciones de muy alto riesgo que desaconsejan la gestación mientras se mantengan:

-Nefropatía grave.

-Hipertensión de difícil control.

-Infartos recientes.

-Retinopatía grave, con mal pronóstico visual.

Es conveniente que durante la valoración de este proceso participen la gestante y su pareja.

¿Es necesario llevar un control de la Diabetes durante el embarazo?

La Diabetes repercute sobre el pronóstico del embarazo y del recién nacido, igual que lo hace el embarazo sobre la Diabetes. Así, en un ambiente hiperglucémico, hay más riesgo de desarrollar complicaciones.

Repercusión de la Diabetes sobre el embarazo y el recién nacido.

El embarazo. La Diabetes puede provocar un aumento de las infecciones urinarias, candidiasis vaginal, polihidramnios (exceso de líquido amniótico), hipertensión y prematuridad.

El recién nacido. Tener hiperglucemias al inicio del embarazo, cuando se forman los órganos, podría repercutir en la aparición de malformaciones (sobretodo cardíacas y del sistema nervioso) y aborto. Después repercutiría en la aparición de crecimiento intrauterino restringido en Diabetes de larga evolución o macrosomía (recién nacidos de más de 4 kg), aumento de cesáreas, miocardiopatía, inmadurez del recién nacido (problemas respiratorios o metabólicos) y aumento del riesgo de obesidad y Diabetes tipo 2 en la vida adulta.