Las vitaminas son sustancias esenciales que el organismo no puede sintetizar y que por lo tanto deben ser obtenidas a través de la ingesta.
La deficiencia de vitamina D es actualmente bien frecuente, incluso en países con exposición solar todo el año.
Algunos factores de riesgo asociados a la deficiencia de la vitamina D son la falta de exposición solar, la ingesta inadecuada de vitamina D, la obesidad, la edad avanzada y la piel oscura. La deficiencia de vitamina D parece estar relacionada con varias condiciones como la Diabetes. Se trata de una enfermedad en la cual el cuerpo no produce o no utiliza apropiadamente la insulina. Los estudios epidemiológicos han encontrado una asociación entre los bajos niveles de vitamina D en sangre [25(OH)D] y el bajo consumo de vitamina D con el riesgo de desarrollar Diabetes, los niveles de glucosa en sangre y la resistencia a la insulina. Los estudios clínicos parecen indicar que la suplementación con vitamina D, junto con el calcio, podría revertir estos efectos. Un consumo adecuado de alimentos ricos en vitamina D y el uso diarios de suplementos de vitamina D podría ser beneficioso en la prevención y tratamiento de la Diabetes.
La deficiencia o insuficiencia de vitamina D es una pandemia mundial que afecta aproximadamente 1000 millones de personas. Investigaciones indican, que entre las funciones no clásicas de la vitamina D, se incluye su rol en enfermedades cardiovasculares y el síndrome metabólico.
La vitamina D ha pasado a ser una importante prohormona con múltiples efectos en diferentes tipos de tejidos y en diversos procesos fisiológicos. Su acción no solo está relacionada con el metabolismo mineral óseo y el equilibrio fosfocálcico, sino también con efectos importantes en múltiples tipos celulares y en diversos mecanismos como secreción y efecto de la insulina, función endotelial, regulación del sistema renina-angiotensina-aldosterona, control del ciclo celular y apoptosis, autotolerancia inmunológica, y efectividad de la acción del sistema inmune ante las infecciones, entre muchos otros efectos. Por lo tanto, la deficiencia de vitamina D se relaciona no solo con raquitismo y osteomalacia, sino también con mayor riesgo de Diabetes y de enfermedades, oncológicas, infecciosas y autoinmunes.
La vitamina D se forma en la piel por exposición a los rayos ultravioletas (UV), se encuentra en muy pocos alimentos y una de sus funciones es favorecer la absorción de calcio a nivel intestinal. La vitamina D tiene 2 formas y diversos metabolitos. Las 2 formas son la vitamina D2 (ergocalciferol) y la vitamina D3 (colecalciferol).
La vitamina D3 es producida en la piel en respuesta a la radiación ultravioleta B, o puede ser obtenida a partir de ciertos alimentos (por ejemplo, pescados grasos, yema de huevo e hígado) o suplementos nutricionales.
Como pocos alimentos naturales contienen cantidades significativas de vitamina D las aportaciones de la dieta provienen, fundamentalmente, de estos alimentos o de suplementos.
La vitamina D2 se encuentra en algunos vegetales de la dieta y se produce comercialmente por la irradiación de levadura.
Tanto la vitamina D2 como la D3 son usadas para la fortificación de los alimentos y la elaboración de suplementos.
Distribución de vitamina D en los distintos grupos de alimentos
Vitamina D y Diabetes mellitus tipo 2
La Diabetes tipo 2 se caracteriza por la presencia de alteraciones en la secreción de insulina y defectos en su reconocimiento (resistencia), trayendo consigo intolerancia a la glucosa y un aumento de su síntesis endógena.
Cabe destacar que la prevalencia de este tipo de Diabetes es elevada en pacientes con obesidad, la cual se relaciona con la hipovitaminosis D, debido que la vitamina es eficientemente depositada en las fuentes de almacenamiento de grasa corporal donde no es completamente biodisponible.
La deficiencia de vitamina D es más común en pacientes con Diabetes tipo 2 que con Diabetes tipo 1.
La evidencia científica reciente relaciona la acción de la vitamina D con la secreción de insulina y la sensibilidad a la misma, por lo que la vitamina D podría desempeñar un papel clave en la regulación de la homeostasis de la glucosa tanto en la preDiabetes como en la Diabetes tipo 2 establecida. Esto se explica porque las células betas pancreáticas expresan receptores de vitamina D y su estímulo favorece la producción de insulina.
Se ha reportado que pacientes deficientes de vitamina D y con limitada secreción de insulina, muestran una mejora en la síntesis de ésta última una vez que la vitamina es suplementada en la dieta.
Tratamiento
La suplementación con vitamina D en pacientes con Diabetes tipo 2 reduce la resistencia a la insulina de manera efectiva y se asocia con un mejor control glucémico así como de otros parámetros metabólicos
Todas estas evidencias apoyan el efecto antidiabético de la vitamina D en humanos, también modulan la inflamación, que juega un papel importante en la fisiopatología de la Diabetes tipo 2.
Existe una evidencia creciente que relaciona la deficiencia de vitamina D y la predisposición a desarrollar Diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2, así como la evolución de ambas enfermedades.