Muchas veces en la consulta diabetológica no enfrentamos a situaciones, frases y creencias que se repiten y que hoy nos gustaría compartir con ustedes para aclarar algunos conceptos, esperando erradicar mitos frecuentes.
-Paciente con glucemia de 200mg/dl que nos dice: “…estoy bien Doctora, ¡yo no siento nada!”
-¡Y… es verdad ! No le duele nada. Muchas veces no tiene síntomas o, si los tiene pasan desapercibidos. Pueden manifestar aumento de la sed o de la frecuencia con la que orinan o visión borrosa, síntomas que atribuyen a otras causas como el calor, el cansancio, etc.
Pero lo que Usted debe saber es que hay estudios científicos, realizados durante muchos años (DCCT, UKPDS) con personas con diabetes, que han demostrado sin lugar a dudas que el mantener cifras de glucemias a lo largo de todo el día, lo más cercanas a lo normal, disminuye la incidencia de repercusiones a mediano y largo plazo en el corazón, cerebro, piernas, ojos, los riñones y los nervios periféricos. Si usted no está bien controlado, aunque no “sienta nada” los niveles altos de azúcar en sangre van alterando distintos sectores de su organismo y luego de varios años aparecen los síntomas. Por lo tanto, mi querido paciente diabético, hoy le pido que haga un voto de fe en su diabetólogo y aunque “no sienta nada” siga el tratamiento indicado para mantener sus niveles de azúcar cercanos a lo normal.
-Paciente: “mi diabetes es nerviosa, doctora. No necesito medicamentos”.
-Por supuesto que el stress, la angustia y los nervios, desencadenan la secreción de hormonas que tienden a aumentar la glucemia pero, no olvidemos, que esto es solo uno de los factores que están en juego en el nivel de azúcar en sangre que tiene. Intervienen además, el plan de alimentación, el ejercicio y la medicación, elementos que no debemos descuidar.
-Paciente: “el medico me mandó a tomar un comprimido con el almuerzo, pero a veces me olvido y lo tomo de tarde”.
-Normalmente en el organismo funcionan sistemas en perfecto equilibrio sin que nos enteremos de los que está sucediendo. Cuando comemos, ingresan los alimentos al tubo digestivo, donde se digieren y transforman en sustancia más pequeñas que pueden ser absorbidas y pasar a la circulación sanguínea. Por ejemplo: los hidratos de carbono se convierten en glucosa que pasa a la sangre y de allí a las células, para ser utilizada como fuente de energía.
Cuando el nivel de azúcar comienza aumentar en la sangre, el páncreas “se da cuenta” y segrega insulina. La insulina es como la llave que abre las puertas de las células para que entre la glucosa. Si no hay insulina, no hay llaves, no se abren las puestas y se acumula en la sangre (diabetes tipo 1 o insulinodependiente).
En la diabetes tipo 2, no hay suficientes llaves (insulina) o hay muchas llaves pero algunas no funcionan bien, son defectuosas y por lo tanto no abren todas las puestas (insulinoresistencia).
En el primer caso, damos medicación para estimular al páncreas para que segregue más insulina (es decir, que produzca más llaves); son los medicamentos insulinosecretores (glibenclamida, glimepirida, gliclazida, repaglinida).
En el segundo caso, damos medicamentos que limen esas llaves para que abran todas las puestas. Son los llamados insulinosensibilizadores (metformina, rosiglitazona).
Cuando somos diabéticos, nuestro páncreas “no piensa por nosostros”. Somos nosotros que tenemos que pensar por él. Debemos de saber que si tomamos medicamentos insulinosecretores, se debe respetar los horarios de las comidas, porque el páncreas va a segregar insulina y si no como, puedo tener riesgo de hipoglucemia (bajón de azúcar). Por eso, el horario de este tipo de medicamentos lo indicamos de acuerdo a la rutina diaria del paciente. No es lo mismo una persona que trabaja todo el día en la calle y cuya principal comida es la cena, que otra persona que come muy bien en el almuerzo y tiene una cena más liviana, que una persona que trabaja toda la noche (ejemplo taxista, choferes, serenos, etc). Es muy importante trasmitirle al médico estas costumbres cotidianas de las que depende el horario en que se indica el medicamento y no es conveniente cambiarlas.
-Médico: ¿usted se hace controles de glucemia en su casa?
-Paciente: si, ¡3 veces a la semana!
-Médico: ¿los trajo anotados?
-Paciente: me olvidé… ¡pero estaban bien!
-El automonitoreo, es decir, el control de la glucemia por parte del paciente en su domicilio, es una importante herramienta en el tratamiento de la diabetes, en el que medico y paciente, conforman un equipo sin lo cual no se concibe un tratamiento exitoso. Pero muchas veces sucede que el paciente se olvida de traer los datos a la consulta. Cumple con el automonitoreo pero no le da la importancia que este tiene y se pierden datos fundamentales que pueden determinar un cambio en la medicación o en los horarios de tomarla. Por eso nunca olvide llevar un registro de los resultados de su automonitoreo ¡y llevarlo a la consulta!
-Trampas al solitario.
-Hay paciente que nos traen controles de su automonitoreo perfectos porque hacen una “dieta” estricta días antes de hacerse controles en ayunas, que dan valores normales y se quedan contentos. Pero esa no es su realidad y en su vida cotidiana, si se hiciera controles al azar, rondarían por encima de 200 mg/dl.
A nuestro cuerpo no lo podemos engañar; y esas glucemias altas terminan afectando nuestros órganos, aunque mostremos un automonitoreo precioso.
Para evaluar el grado de control de la diabetes, además de las glucemias aisladas, tenemos un estudio que se llama hemoglobina glicosilada o hemoglobina A1C que evalúa el promedio de las glucemias de los últimos 2 meses. Si un paciente tiene glucemias normales, pero su hemoglobina glicosilada es alta, significa que en algunos momentos del día está con hiperglucemias y debemos pesquisar cuándo para corregirlo.
Por eso, ¡quiérase y sea sincero con usted mismo!
-Paciente: “no como, así tengo el azúcar más baja…”.
-¡Gran error! La persona con diabetes debe tratar de hacer las 4 comidas y las dos colaciones si las tiene indicadas. Así, entre otras cosas, se evitan los valores de azúcar altos luego de comidas copiosas y además se evitan las hipoglucemias si está recibiendo medicamentos insulinosecretores.
Cuando estamos muchas horas en ayunas, puede incluso producirse la puesta en marcha de hormonas que se llaman de contraregulación que aumentan el azúcar. Por lo tanto, haga las 4 comidas principales y seleccione correctamente los alimentos sugeridos por su nutricionista.
-Paciente: “No sé por qué me indicaron medicamentos si me dijeron que no era diabética y los valores de glucemia los tengo normales…”.
-Hay personas que han tenido en alguna oportunidad cifras límites de glucemia en ayunas, que no son normales pero no permiten hacer el diagnóstico de diabetes (valores entre 100 a 125 mg/dl) o curva de tolerancia a la glucosa anormal pero sin llegar al diagnóstico de diabetes. A esto se le denomina prediabetes.
Un estudio realizado en Estados Unidos, denominado Diabetes Prevention Program publicado en el año 2002, demostró que en estos pacientes el cambio en el estilo de vida (bajar de peso, ejercicio, plan de alimentación y metformina) reducía en forma sustancial el riesgo de desarrollar diabetes.
-Paciente: “no quiero que me de insulina doctora, porque una vez que se empieza con la insulina, no se puede dejar…”
-¡Error, error, error…!!! Muchas veces en una internación por una infección, cirugía o infarto de miocardio se producen descontroles de la diabetes. El paciente nos trasmite su frustración porque nos dice que está cumpliendo con el plan de alimentación más que nunca, estricto, y no obtiene buenos resultados. Una vez más recordamos, que el plan de alimentación es un elemento más dentro de una gama de factores que influyen y determinan el nivel de azúcar en la sangre. Esta nueva situación intercurrente desencadena una respuesta de stress del organismo con la liberación de sustancias que tienden a aumentar la glucemia. A veces incluso el médico nos debe indicar medicamentos como los corticoides que también tienden a aumentar el azúcar en la sangre. En estos casos muchas veces nos vemos obligados a indicar insulina y en la medida que el cuadro se va controlando, van disminuyendo los requerimientos hasta que se suspende y el paciente se va de alta nuevamente con los comprimidos que estaba tomando antes de la internación.
Seguramente, al leer estas líneas a Usted le habrán venido a la mente algunas otras afirmaciones o creencias frecuentes y que le gustaría aclarar. Anótelas y cuando concurra a la consulta con su médico plantéelas con franqueza, él lo ayudará.
Datos de interés:
Equivalencias aproximadas entre la hemoglobina glicosilada a1c y el promedio de glucemias medidas durante 24 horas.
Promedio de glucemias (mg/dl) hba1c (%)
360 14
330 13
300 12
270 11
240 10
210 9
180 8
150 7
120 6
90 5
Fuente: ada. Asociación latinoamericana de diabetes
Objetivo en personas con diabetes menor de 7%
Valores de glucemia normales:
Glicemia de ayunas entre 60 -100mg/dl
Glicemia post comida a las dos horas menor de 140mg/dl
Glucemia postprandial máxima menor de 180mg/dl