Este método terapéutico para  la disfunción eréctil, tiene más de 30 años de uso y aun, sigue siendo una modalidad de tratamiento muy importante en un enorme porcentaje de varones.

A pesar de los años que han pasado, y tras la investigación de diferentes sustancias solo tres, permanecen vigentes; la papaverina, la prostaglandina E1 y la fentolamina.

Se utilizan en forma individual o combinada, dos o tres, según la respuesta eréctil que se logre, para lo cual, hay que realizar un adecuado testeo.

Desde el año1998, al aparecer en el mercado el sildenafil, como primer fármaco por vía oral, las inyecciones intracavernosas (IIC) quedaron relegadas a aquellos pacientes que no respondían a los fármacos orales. A posteriori aparecieron el  vardenafil y  el  tadalafil con una acción muy similar a la del sildenafil  pero con algo más de especificidad.

A lo largo de los años, aquellos que nos hemos dedicado exclusivamente al tratamiento de la sexualidad masculina, tanto en Uruguay como en el resto del mundo, fuimos viendo que el efecto de los fármacos vía oral, decae con el correr del tiempo en relación con el grado de afección vascular.  Es así que pacientes que durante un tiempo responden muy bien a la vía oral, luego deben aumentar la dosis para lograr la misma respuesta y a veces ésta, tampoco resulta satisfactoria. También vemos que en el paciente diabético, el efecto de los fármacos por vía oral varía enormemente con los niveles de azúcar en sangre. A mayor glucemia, menor efecto erectógeno de estos fármacos.

Independientemente de la causa de una disfunción eréctil, si los fármacos vía oral están indicados, es la primera línea de tratamiento con la que contamos. Cuando estos fármacos están contraindicados o no son efectivos, la segunda línea de ataque son las inyecciones intracavernosas. Estas inyecciones tienen un altísimo porcentaje de efectividad, mucho mayor que el de la vía oral. La ventaja es que su acción se realiza directamente en el cuerpo cavernoso del pene, con lo que se evita el pasaje por el filtro hepático y la degradación en metabolitos que este órgano realiza. Por esa razón también es que su acción además de ser más eficaz, es también más rápida.

Estas inyecciones están indicadas en todos los casos de disfunción eréctil en donde no hubo respuesta a los fármacos vía oral. Esto incluye no solo a los pacientes portadores de cuadros orgánicos sino también a los pacientes con un origen puramente sicológico pero que son refractarios a drogas orales.

Un beneficio indirecto que las inyecciones intracavernosas producen es una potenciación del efecto de los fármacos orales e incluso, logran que pacientes que han perdido la respuesta a ellos, la recuperen por lo menos en parte o totalmente como con frecuencia vemos.

Es muy común, y muchas veces muy necesario, que el paciente aprenda a inyectarse ya que eso le genera una independencia de la atención médica.

Las contraindicaciones de las inyecciones intracavernosas por suerte son muy escasas. Las mismas no se pueden utilizar en caso de que exista una lesión de carácter inflamatorio o infeccioso en el pene. En ese caso se deberá solucionar esa patología primero. También se contraindican en el caso de trastornos muy graves de la coagulación. El uso de anticoagulantes no impide el uso de estas inyecciones, simplemente se debe tener la precaución de ejercer una buena compresión luego de retirar la aguja.

Están contraindicadas en su modalidad de auto-aplicación cuando el paciente es portador de afecciones que causen priapismos  espontáneos  ya que en esos casos es posible que la inyección agrave el problema.

Los cuadros siquiátricos severos también pueden llegar a ser una contraindicación pues no sabemos cómo ni en qué circunstancia el paciente va  a autoaplicarse.

La aceptación o no de esta forma de tratamiento es lo que marca la diferencia entre el paciente con motivación adecuada de aquel que no la tiene.

También existe una gran diferencia de respuesta eréctil en la medida de que se deje avanzar el problema. Cuanto antes se trate, mejor será el resultado.

En la enorme mayoría de los pacientes, cerca del 95 % según nuestra experiencia, la inyección intracavernosa logra una buena respuesta.

No dude en consultarnos. Le asesoraremos como solo usted merece.