La consulta odontológica se concibe actualmente más allá de tratar la cavidad bucal de un paciente y sus afecciones. Con los conocimientos actuales no se puede desconocer la estrecha relación que existe entre la salud bucal y salud general. Es por esta razón, que el profesional debe perfeccionarse continuamente y mantener una comunicación fluida con su paciente y con profesionales de otras disciplinas (como ser Médico General, Diabetólogo, Cardiólogo, etc.) para poder asegurar la mejor atención a sus pacientes basado en la evidencia científica actual, que es muy basta en cada disciplina.
La Diabetes es una de las enfermedades sistémicas más frecuentes en la consulta odontológica; como enfermedad metabólica afecta a diferentes órganos y no una zona aislada del organismo, la cavidad bucal no escapa a esta situación.
En el paciente diabético cualquier enfermedad bucal puede evolucionar de forma más rápida o puede retrasarse la respuesta frente a su tratamiento. A modo de ejemplo una herida puede complicarse en su cicatrización o infectarse en la cavidad bucal, como sucede en otras partes del organismo del diabético. Recordemos que la cavidad bucal es una zona que está expuesta continuamente a agresiones microbianas, físicas o químicas. Las múltiples funciones que cumple la cavidad bucal hacen que una herida no se pueda aislar y mantener en reposo como podría suceder en el pie, por ejemplo.
Es posible encontrar comúnmente pacientes diabéticos que cursan paralelamente otras patologías sistémicas, esto es por diversas razones, una de ellas es que comparte factores de riesgo con otras enfermedades, pero es un hecho bastante frecuente, así que encontramos diabéticos hipertensos, cardiópatas, con alteraciones tiroideas, autoinmunes, entre otras. Es por todo esto que le sugerimos lo siguiente:
-Por mínima que parezca la atención que va a recibir recuerde a su odontólogo que padece diabetes y/o cualquier otra patología.
-Las consultas cortas son las mejor toleradas y reducen los riesgos de alguna complicación.
-No concurra en ayunas, lo más común es que ante un mareo en el consultorio refleje una hiploglicemia y no una hiperglicemia.
-Si no entendió alguna indicación de su odontólogo no dude en consultarlo, de ello depende su salud general y no solo bucal.
-Por eso cumpla rigurosamente todas las indicaciones, si teme no recordarlas solicite que se las escriba y léalas antes de retirarse de la consulta.
-El dolor puede empeorar su estado diabético, no postergue su consulta, evite situaciones que lo estresen o aumenten su nerviosismo antes de una consulta.
-Ante un cambio en su salud o en su medicación, comuníquelo a su odontólogo.
-Concurra periódicamente al control odontológico como lo realiza con otros profesionales de la salud.
Platón dijo “no se puede tratar un ojo sin cabeza, una cabeza sin cuerpo o cuerpo sin alma”, los profesionales no debemos olvidarnos de ello, y los pacientes tampoco.
Con la colaboración de la Dra. Fabiana Villarnobo.