La aparición de la Diabetes suele causar un fuerte impacto tanto en el ámbito personal, familiar como laboral. Para afrontarlo es necesario que la persona se adapte lo más rápidamente posible, al cambio de sus hábitos alimentarios y costumbres en el desarrollo de la enfermedad. En este aspecto, el ejercicio o la práctica de deporte juegan un papel fundamental.
El ejercicio físico debe ser tratado como un factor más en el complejo equilibrio que supone el control de la Diabetes.
¿Cómo se definen actividad física y ejercicio físico?
La actividad física está definida como el movimiento corporal producido por la contracción de los músculos esqueléticos, que requiere un gasto de energía en exceso.
El ejercicio físico es considerado un subconjunto de actividad física: el movimiento planeado, estructurado, repetitivo y corporal realizado para mejorar o mantener a uno o más componentes de una buena salud.
El ejercicio aeróbico consta de movimientos rítmicos, repetidos y continuos de grupos musculares, al menos 10 minutos; ejemplo: caminar, andar en bicicleta, trotar, nadar, entre otros.
El ejercicio de resistencia consta de actividades que usan la fuerza muscular para mover un peso en contra de una carga resistente; ejemplo: el levantamiento de pesas y los ejercicios en los cuales se utilizan máquinas de peso.
El ejercicio físico debe ser aeróbico en personas con Diabetes, este incrementa la sensibilidad a la insulina y el consumo de glucosa muscular y hepática, influye favorablemente sobre el control metabólico. Se debe tener en cuenta, que la indicación del tipo de ejercicio, la intensidad y la duración debe ser personalizada, con el propósito de evitar posibles riesgos.
¿Se puede hacer ejercicio si se tiene Diabetes?
No solamente se puede, sino que se debe hacer. La práctica habitual de ejercicio físico se asocia con un mejor estado de salud en general y con la prevención de algunas enfermedades.
Por tanto, si una persona ya era deportista habitual antes del diagnóstico de la Diabetes se debería conseguir que siga realizando ese ejercicio o deporte que practicaba anteriormente. En el caso de los deportes de competición o algunos deportes de larga duración o muy alta intensidad es posible que sea necesario un cierto periodo de adaptación. En esta fase, se incrementará de forma progresiva la intensidad o la duración del ejercicio a medida que se aprenda más sobre la Diabetes y se conoce mejor la respuesta a cada tipo de actividad física. Es el momento justo de conocerse más a uno mismo, se debe realizar más controles de glucemias (antes, durante y después de los entrenamientos o competiciones).
En cuanto a las personas sedentarias deberían animarse a practicar algún tipo de ejercicio físico o como mínimo, incrementar sus niveles de actividad física diarios mediante ejercicios cotidianos de su día como caminar, subir escaleras o bailar.
¿Practicar ejercicio de forma regular mejorará el control de la Diabetes?
En personas con Diabetes tipo 2, que habitualmente presentan sobrepeso, el ejercicio físico regular se ha demostrado beneficioso en el control metabólico, reduciendo los valores de hemoglobina glucosilada. Este efecto es similar al que pueden llegar a conseguir algunos de los fármacos utilizados en el tratamiento de la Diabetes. A diferencia de los fármacos, el ejercicio no tiene efectos secundarios.
En personas con Diabetes tipo 1, una mayor actividad física provoca una reducción de las necesidades de insulina. Es decir, personas más activas utilizan menos dosis de insulina que las sedentarias. Pero esto no significa que el ejercicio mejore los niveles de glucemia en las personas con Diabetes tipo 1. En este tipo de Diabetes, el resultado de la glucemia depende del equilibrio entre insulina, alimentación y ejercicio. La persona debe saber regular acertadamente los tres factores para mejorar su control metabólico.
¿Es seguro realizar ejercicio si se tiene Diabetes?
La complicación que se asocia más habitualmente en la práctica de ejercicio físico es la hipoglicemia. Esto se produce cuando se realiza el ejercicio físico, donde el trabajo muscular consume en parte glucosa de la sangre como combustible. Si este consumo muscular de glucosa no se compensa rápidamente con el aporte de hidratos de carbono o no se reducen las dosis de insulina o de fármacos, la hipoglicemia aparecerá con una gran probabilidad. Este efecto incluso se puede mantener por varias horas después de su realización.
Recomendaciones para adultos con Diabetes.
Las personas adultas con Diabetes deben realizar al menos 150 minutos/semana de actividad física de intensidad moderada, repartidas en al menos 3 días/ semana, con no más de dos días consecutivos sin ejercicio.
Las recomendaciones deben ser individualizadas, hay que tener en cuenta el grado de control de la enfermedad, tipo de tratamiento y capacidad de autocontrol.