-¿Qué es un Ataque Cerebral?
-Es una lesión repentina causada por la obstrucción de una arteria cerebral (isquemia o  infarto cerebral) o su ruptura (hemorragia). La hemorragia a su vez puede ser dentro del cerebro (hemorragia cerebral) o en el espacio que lo rodea (hemorragia subaracnoidea).

En lo que se refiere a la frecuencia, el 80 % son infartos, un 15 % hemorragias cerebrales y un 5 % hemorragias subaracnoideas.
En cualquiera de estas situaciones hay disminución del flujo sanguíneo y, por consiguiente, falta de oxígeno lo que lleva a un sufrimiento cerebral que si dura más de determinado tiempo, puede  llevar a la muerte de las células en esa zona.

-¿Cuáles son las señales de aviso de un Ataque Cerebral?
-Recordemos que cada zona del cerebro comanda el funcionamiento de una parte de nuestro cuerpo, por lo que, dependiendo de dicha localización, se puede expresar por:
-Disminución de fuerzas y/o sensibilidad en un brazo o en una pierna, especialmente en un solo lado del cuerpo.
-Dificultad para hablar o comprender de inicio brusco
-Problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos.
-Pérdida del equilibrio o de la coordinación de comienzo brusco.
-Dolor de cabeza súbito y de máxima intensidad como nunca antes tuvo en su vida.

Las señales son siempre una alarma, no se deben ignorar. En caso de presentarse, es necesaria una consulta médica urgente.

-¿Qué es un Ataque Cerebral Transitorio?
Es cuando estas  señales de aviso duran unos pocos minutos, menos de una hora de duración y luego desaparecen sin dejar secuelas.
Un Ataque cerebral transitorio o AIT es una emergencia médica que requiere rápido diagnóstico y tratamiento, pues es una amenaza de un Ataque Cerebral (AC) más severo.

-¿Cuáles son los factores de riesgo para un ataque cerebral?
-Hay factores de riesgo no modificables: edad, raza, antecedentes familiares, antecedentes personales de Ataques Cerebrales, bajo peso al nacer: menos de  2 kg.

El hecho de que no sean modificables no quiere decir que no haya nada para hacer, por el contrario, una vez identificada la persona que presenta estos factores deberá cuidar más rigurosamente los factores de riesgo controlables o modificables, que veremos a continuación.

Factores de riesgo modificables.
Son conocidos, pero las personas los asocian generalmente con el ataque cardíaco y  no con ataques cerebrales.

Hipertensión arterial.
Es el principal factor de riesgo  aumentando entre cuatro y seis veces el riesgo de sufrir un Ataque Cerebral, tanto isquémico como hemorrágico. Es significativo para todas las edades.

Diabetes.
Produce daño en las arterias de todo el cuerpo incluyendo las cerebrales. Además, si los niveles de glicemia son altos en el momento del ataque, generalmente el daño cerebral es más extenso y severo que cuando la glicemia está bien controlada.

Cardiopatías.
Diversas cardiopatías están asociadas con aumento del riesgo de Ataque Cerebral.

Fibrilación auricular.
Alteración del ritmo cardíaco. En esta afección se pueden formar coágulos (émbolos) en las cavidades cardíacas, que luego “viajan” por el torrente sanguíneo pudiendo impactarse en una arteria cerebral y así dejar sin irrigación una zona del cerebro.

Colesterol elevado.
Se deposita en las arterias del organismo y también en las cerebrales, aumentando el riesgo.

Sobrepeso/Obesidad/Distribución de grasa abdominal.
Más de 102 cm. de cintura en el hombre y más de 88 cm. en la mujer se asocian con un mayor riesgo de Ataque Cerebral y cardiopatía isquémica.

Dieta abundante en sal, grasas saturadas de origen animal.
Puede influir pues aumenta las cifras de  presión arterial y colesterol.

Tabaquismo.
Los fumadores tienen doble riesgo de sufrir un Ataque Cerebral. Promueve la ateroesclerosis, disminuye el flujo sanguíneo cerebral, disminuye los niveles de HDL (colesterol bueno), produce hipercoagulación y daño directo de las arterias. Hay un aumento mayor del riesgo en mujeres que fuman y además toman anticonceptivos orales. El fumador pasivo tiene también el doble de riesgo.

Falta de ejercicio.
El estilo de vida sedentario es perjudicial para el cerebro y para el corazón.

Alcoholismo.
El consumo excesivo de alcohol (más de 60 g./día) aumenta el riesgo ya que eleva la presión arterial y puede producir alteraciones del ritmo cardiaco.

Drogas ilícitas.
El consumo de marihuana, cocaína, pueden desencadenar un Ataque Cerebral.

Hay otros factores de riesgo menos frecuentes como alteraciones de la coagulación, ingesta de anticonceptivos orales y hormonoterapia de reemplazo (en algunas mujeres), apneas del sueño, vasculitis, inflamación, infecciones, y otros factores que están  siendo investigados pero insistimos en que son menos frecuentes.

A recordar: Los síntomas  de un ataque cerebral pueden aparecer de forma repentina pero las causas subyacentes  (descontrol de la presión, alto nivel de colesterol, sobrepeso, alcoholismo, diabetes, falta de ejercicio, tabaquismo),  se encuentran muchos meses o años antes.

-¿Los pacientes diabéticos tienen mayor chance de padecer un ataque cerebral?

-Sí, es un claro factor de riesgo. Los diabéticos son tres veces más propensos que los no diabéticos a presentar enfermedades cerebrovasculares, así como a presentar Ataques Cerebrales recurrentes y sobre todo infartos pequeños, llamados lacunares.

Personas con diabetes frecuentemente asocian hipertensión arterial, cifras elevadas de colesterol, y sobrepeso.

-¿Se pueden prevenir los Ataques Cerebrales?

-Sí, numerosos estudios científicos demuestran que se pueden prevenir en su mayoría si se reducen y controlan los factores de riesgo. Por ejemplo, un buen control de la presión arterial reduce un 40 % el riesgo de un Ataque Cerebral.

Se recomienda en primer lugar que las personas conozcan sus cifras de presión arterial, ya que se ha detectado que muchas no saben que son hipertensas.

Si la persona es hipertensa, el objetivo es mantener la presión arterial en menos de 140/90 mm./Hg en personas sin factores de riesgo y menos de 130/80 mm./Hg si presenta otros factores de riesgo.

El cese del tabaquismo es asociado con una rápida reducción del riesgo de Ataque Cerebral. Dejar de fumar reduce el riesgo en un 50 % (1).Se recomienda adhesión a programas de cese de tabaquismo.

El aumento de la actividad física se asocia con una reducción del riesgo de Ataque Cerebral. La realización de al menos 30 minutos de actividad moderada/intensa diariamente como parte de un estilo de vida saludable (3) ayuda a mantener sana la circulación sanguínea. El ejercicio tiene efectos beneficiosos sobre el peso corporal, la presión arterial, el colesterol, y la tolerancia a la glucosa.

Se recomienda un consumo abundante de verduras y frutas, ya que hay estudios que demuestran una reducción del riesgo de Ataques Cerebrales en contraposición con un consumo menor.

Se recomienda el descenso de peso ya que disminuye la presión arterial y por lo tanto el riesgo.

Evitar el abuso de alcohol, se recomienda consumir menos de dos vasos por día de alcohol en el hombre y menos de un  vaso en la mujer.

En pacientes con cardiopatías es muy importante su tratamiento pues muchas de ellas tienen una importante repercusión en el flujo sanguíneo cerebral.

Fibrilación auricular. Alteración del ritmo cardíaco que debe ser diagnosticado y  tratado precozmente, pues tiene un tratamiento específico bien establecido para prevenir un infarto cerebral.

La glicemia sanguínea (azúcar en la sangre) debe ser evaluada regularmente a efectos  de detección precoz de diabetes.

En los pacientes diabéticos las recomendaciones para la prevención de un Ataque Cerebral  son:
-Modificaciones del estilo de vida y medicación individualizada a efectos de controlar las cifras de glicemia.
-Control estricto de los otros factores de riesgo vascular.
-Control riguroso de la presión arterial con el objetivo de alcanzar cifras menores a  130/80.
-Los niveles altos de colesterol son tratados mediante modificación de estilo de vida y medicación con el objetivo de que presente LDL (colesterol malo) menor de 100 mg/dl.

A recordar: Se insiste que en  una persona con diabetes las cifras de presión arterial deben ser menores a 130/80, y  el LDL menos de 100 mg./dl.

La buena noticia es que se ha demostrado que tratando en forma intensiva los diversos factores de riesgo asociados a la diabetes, como ser hipertensión, dislipemia, microalbuminuria  se logra una reducción del riesgo de Ataque Cerebral.

-¿Cuáles son sus secuelas?

El grado de secuela neurológica dependerá de la extensión y localización de la lesión. La persona puede quedar con:
-Hemiparesia o hemiplejia.
-Disminución de la sensibilidad de un lado del cuerpo.
-Afasia (trastorno de la expresión y/o comprensión del lenguaje).
-Trastorno de la visión.

Pero también puede quedar con déficit de memoria, trastorno del humor, depresión, alteraciones del pensamiento. Estas secuelas se observan frecuentemente en todo tipo de Ataque Cerebral, pero hay pequeños ataques cerebrales que solamente se expresan por estos trastornos. Justamente este año la proclama a nivel mundial fue:  “Pequeños Ataques Cerebrales: Grandes Problemas”, en referencia a que estos pequeños ataques, infartos en su mayoría o pequeñas hemorragias, pueden sólo manifestarse por estos síntomas  y pueden pasar desapercibidos.

Estos ataques subclínicos o mal llamados “silenciosos” ocurren cinco veces más que los Ataques Cerebrales obvios y pueden afectar el pensamiento, el lenguaje, la memoria, la personalidad, según expresó  el Profesor Vladimir Hachinski en el último Congreso de Ataques Cerebrales  realizado en Viena, Septiembre 2008. Una de cada diez personas, aparentemente sanas, en la edad media de la vida los presenta. Es importante diagnosticarlos pues son un factor de riesgo para un evento cerebrovascular mayor, o una demencia de causa vascular.

-Hablemos de la incidencia en Uruguay.
-Tenemos un estudio realizado en la ciudad de Rivera durante 1 año (2000-2001) que mostró una tasa de incidencia de 181,3 casos por cada 100.000 habitantes y por año.

-¿Cuál es la franja etaria con más riesgo de padecerlo?

-Si bien se ve a cualquier edad desde los fetos hasta personas de más de 100 años,  hay un aumento notorio y uniforme a medida que se incrementa la edad.

Después de los 55 años la posibilidad de un AC se duplica por cada década. Dado el aumento de la población de edad avanzada,  se cree que esta afección tendrá un significado aún mayor en los próximos años, en el campo de la salud.

-¿Son iguales las cifras en hombres que en mujeres?
-Los últimos estudios muestran que no hay diferencia significativa en cuanto al sexo. (2) Se hablaba poco de este tipo de enfermedades en mujeres, pero los “estilos de vida perjudiciales” han aproximado el riesgo de estas patologías en ambos sexos por igual. Según estadísticas fallecen más mujeres que hombres (debido a que las mujeres viven más).

-¿Por qué se celebra el Día del Ataque Cerebral y qué mensaje quiere dar la Sociedad de Neurología del Uruguay?

-El objetivo de proclamar un Día Mundial para prevención del Ataque Cerebral, es mejorar el conocimiento sobre esta epidemia, así como alertar sobre el tratamiento de factores de riesgo altamente prevalentes y pobremente controlados.

Se  hace alusión a la importancia de la adhesión de todos los países para disminuir esta epidemia mundial.

Nuestro país no escapa a dicha problemática. Según estudios epidemiológicos  las enfermedades cerebrovasculares constituyen en Uruguay la primera causa de mortalidad dentro de las enfermedades cardiovasculares.

Preocupada por esta realidad, la Sociedad de Neurología del Uruguay ha decidido dedicar ese día para alertar e informar a la comunidad sobre  qué es el Ataque Cerebral, así como el conocimiento de los factores de riesgo para realizar la prevención, y los síntomas de presentación de la enfermedad que lleven a una consulta precoz.

En esa fecha se impulsa a combatir con renovadas energías los factores de riesgo, enfatizando que la prevención vascular comprende una prevención global y es el mejor tratamiento. Dejamos abierto el diálogo  para tener un punto de encuentro entre las diferentes especialidades involucradas en la enfermedad vascular sistémica.

Si bien la iniciativa fue de la Sociedad de Neurología del Uruguay, creemos que nuestra preocupación fue trasladada a la comunidad  en su conjunto, que se sensibilizó y se movilizó con actividades en todo el país, con el objetivo de informar, educar y alertar para reducir el impacto de la enfermedad cerebrovascular en la salud de nuestra población.