El boniato es un alimento típico de otoño e invierno. Boniato, batata, camote, papa dulce, son algunos de los nombre con los que conocemos a este tubérculo. Si bien suele asociarse a la papa, estas dos raíces tuberosas comestibles son de dos tipos de familia botánica diferente.
Es un alimento muy versátil y de aportes nutritivos interesantes. Existen variedades de boniato, con cascara morada o naranja, y con pulpa que puede ir desde el amarillo al púrpura. Estas variedades no tienen diferencias significativas en su composición nutricional.
En el Uruguay el cultivo de boniato es el segundo en importancia luego de la papa, es un cultivo de bajo costo y escaso uso de agroquímicos. La principal zona de producción se encuentra en el Sur, en los alrededores de Montevideo. La variedad que más se cultiva es el boniato Arapey (75 %), y en menor medida el llamado boniato zanahoria (su nombre proviene del color de la pulpa).
CARACTERISTICAS NUTRICIONALES.
La densidad nutritiva del boniato es alta. Sus nutrientes mayoritarios son los carbohidratos. Pese a su dulzor, su carga glicémica estimada una vez cocido no es tan alta, lo que indica que no provocaría subidas bruscas de glicemia si se consume en cantidades moderadas.
Tiene un interesante aporte de provitamina A, en forma de betacaroteno. También aporta bastante potasio, por lo que en el caso de deber controlar este mineral de la dieta se recomienda el pelar y dejar en remojo por unas horas.
FORMAS DE PREPARACIÓN.
El boniato tiene un sabor suave y dulzón, similar a la zanahoria y la calabaza. Hay que tener en cuenta que nunca debe comerse en crudo. Se puede asar o cocinar con la piel para mantener mejor las propiedades nutricionales. Cuanto más larga y lenta sea su cocción aumenta el dulzor. En cuanto a la forma de elaboración se pueden hacer sopas, cremas, hervido, asado, en postres, compota, mermelada, puré, etc. Este alimento no escapa de la modernización de la cocina y actualmente también se hacen chips de boniato. Recordar que para hacer una alimentación más saludable sería recomendado hacerlo al horno antes que frito.
COMO COMPRARLOS
A la hora de comprarlos se deben elegir con la piel en buen estado, sin golpes, porque si ha comenzado a deteriorarse aunque se saque la parte dañada, el resto también tendrá mal sabor. Deben estar firmes y manipularse con cuidado, sin golpearlos. No deben dejarse en bolsas de plástico, deben guardarse en un sitio ventilado y fresco donde podrán conservarse hasta una semana.
ALGUNA RECETA
Los chips de boniatos caseros tienen sus ventajas: cantidad de sal controlada, también de las grasas usadas y sobre todo, un sabor delicioso.
La alternativa de cocción más saludable es el horno. Posiblemente no salgan tan crujientes ni sabrosos como fritos, pero sí más ligeros y sanos. Además, puede modificar el sabor con facilidad, espolvoreándoles diferentes hierbas o especias.
Ingredientes Para 4 personas: 300 g boniatos, 1 cucharadita de tomillo, 1 cda. aceite de oliva virgen extra y pimienta negra recién molida.
Preparación: precalentar el horno a 200 grados. Limpiar bien el boniato con un cepillo y agua (otra opción es pelarlo). Cortarlo en láminas de medio centímetro de grosor aproximadamente con una mandolina o un cuchillo, inclinando un poco el corte para que queden más grandes. Ponerlas en un bol con agua durante unos 10 minutos. Escurrir bien el boniato y secar las rodajas con papel de cocina o un paño. Colocarlas en un bol y agregar 1 cda. de aceite, mezclar bien para que queden untadas. Extenderlas en bandejas de horno cubiertas con papel de hornear. Espolvorear con tomillo y pimienta negra. Hornear 10 minutos. Darles la vuelta a las chips y hornear unos 10 minutos más hasta que estén doradas y crujientes, vigilando que no se quemen. Se pueden servir calientes o frías, acompañadas de queso blanco, yogur batido o salsa de tomate.