-¿Cómo se define y qué estudia la geriatría? ¿Es lo mismo que la gerontología?
-La Geriatría es una rama de la medicina interna que se dedica a la prevención, promoción y rehabilitación de las enfermedades que ocurren en el período de la vejez.
La Gerontología es una ciencia multidisciplinaría que se ocupa del estudio del envejecimiento en sus múltiples manifestaciones: biológicas, sicológicas, demográficas y las implicancias políticas y económicas que tiene la gerontología.
-¿Dónde está la división entre adulto y adulto mayor?
-No hay una división. Hay una barrera de edades, que podría ser entre los 65 y 75 años, en los cuales se ingresa en la etapa de la vejez. La vejez es una etapa de la vida. Vivir es introducir tiempo en el espacio a la vida. Uno construye desde la concepción hasta los 20, 30 años la estructura de su personalidad y se manifiesta después a lo largo de toda la vida. Uno va pasando por distintas etapas, etapas de cambio y etapas de crisis y eso es lo que constituye después el ingreso a la etapa de la vejez por lo cual se dice que “se envejece como se ha vivido”.
-¿Cómo definimos el proceso del envejecimiento?
Es la acción del tiempo que pasa sobre el ser humano, es decir, hay un envejecimiento normal que es típico y característico para cada especie, y hay un envejecimiento patológico, y esa es una diferencia que tiene que ver con la diabetes. ¿Todos los ancianos van terminar siendo diabéticos? No. La diabetes es una enfermedad que afecta a un grupo de personas, por eso es que algunos ingresan a la etapa de la vejez siendo diabéticos, otros se hacen diabéticos estando en la etapa de la vejez y hay algunos que nunca llegan a tener ni siquiera una intolerancia a los hidratos de carbono.
-¿Cuáles son los factores que inciden en el proceso de envejecimiento?
-Los factores que inciden son múltiples, desde los factores genéticos que están en la base del desarrollo, la maduración y crecimiento, y los factores ambientales y culturales. Están muy bien descritos: los factores ambientales influyen sobre los genéticos, los factores hormonales influyen sobre los genéticos e incluso se ha descrito un reloj biológico de la senescencia, algunos lo ubican en el eje hipotálamo hipofisario o sea que habría como “una orquesta endócrina” que modula la sinfonía del vivir y una forma de desafinar es cuando aparece una diabetes, un trastorno en el metabolismo de los hidratos de carbono, porque lo importante es que el paciente diabético no es solo el que tiene alta el azúcar. El paciente diabético y el equipo médico tienen que saber que el médico no tiene que ser un glucemiólogo, el médico ante un paciente diabético, tiene que saber que es un paciente con un trastorno en los hidratos de carbono y cuando se afecta el metabolismo de los hidratos de carbono se afectan todos los otros metabolismos, y entonces aparece aumento del colesterol, aumento de los lípidos, alteraciones en la proteínas, etc., etc.
-Cuando decimos que un anciano tiene un buen estado de salud ¿a que nos referimos?
-Hay que recalcar que vejez no es enfermedad, o sea que hay gente que puede tener 80, 90 años y estar sano, absolutamente sano.
La diabetes es una afección realmente importante en la persona mayor y que amerita los esfuerzos clínicos máximos y la educación hacia el paciente y del equipo multi e interdisciplinario, a los efectos de ponerlo en las condiciones ideales, porque la diabetes es una afección que ni premia ni apremia. Es además metabólicamente benigna y complicativamente maligna, así que con la diabetes, la hipertensión arterial y los otros factores de riesgo vascular que son múltiples, uno debe ser exigente en el control de los mismos. Es decir que hay que darle la misma importancia a una persona de 70, 80 años que tiene su diabetes tipo 2 como a alguien más joven.
Las complicaciones de la hiperglucemia son tan importantes como las complicaciones de la hipoglucemia. Por lo tanto el paciente adulto diabético, -si bien el clínico tiene el arte en el manejo de las cuestiones de tratamiento de los pacientes-, debe ser estricto en el manejo de su diabetes.
-¿Qué tenemos que tener en cuenta para mejorar la calidad de vida del paciente diabético de la tercera edad?
-Hay una calidad de vida por cada persona, es decir, que si en el Uruguay hay 3.000.000 de habitantes hay 3.000.000 de calidades de vida, porque cada uno define su calidad de vida, no podemos definir la calidad de vida de los demás
Calidad de vida es -entre otras cosas- poderse adaptarnos bien al medio, poder disfrutar de las cosas de la vida y sentirnos felices, ser útiles a los demás, ya que eso nos hace sentirnos felices en la intimidad. El paciente diabético debe poder tener la independencia de poder desarrollarse, crecer y expresarse en la tercera edad o la vejez en todos los ambientes: personal, familiar, laboral y cultural sin limitaciones, para lo cual hay algunos principios importantes en el paciente diabético que se deben de cumplir como se cumplen en la persona joven y que son: un buen cuidado de los ojos, un buen cuidado del auto monitoreo de sus cifras de glucosa, una buena educación e instrucción a propósito de los regimenes de alimentación, un buen cuidado de los pies -fundamental en el diabético- y en realidad un ejercicio adecuado o una movilización adecuada a cada uno.
Lo único que hay que tener en cuenta es que en la gente mayor hay asociaciones mórbidas que pueden interferir en la diabetes, como por ejemplo: enfermedades gastrointestinales, afecciones del corazón, de los órganos de los sentidos, que hacen que eventualmente el médico ponga en juego sus condiciones de “artista” -en el buen sentido de la palabra-, de manejo del arte, arte entendido por realzar las condiciones de la naturaleza.
-¿Qué le diría usted a los adultos mayores que están asustados o con miedo de que le diagnostiquen diabetes?
-La tranquilidad que uno puede trasmitirle al paciente está vinculada a saber bien lo que uno va a explicar y no improvisar en la explicación. Yo creo que es responsabilidad del profesional de dar una buena explicación al paciente para que se sienta seguro de dónde esta parado y no tener que ir a buscar información a centros de información no apropiados, que no funcionan.
-¿Es recomendable tomar complementos vitamínicos en la tercera edad?
-No por ser viejo se es desnutrido, o sea que las desnutriciones que se pueden ver en la gente mayor pueden ser selectivas y no selectivas. Puede haber desnutridos en la parte proteica o desnutridos con referencia a una vitamina en particular, de modo que la asociación de vitaminas al azar no genera ninguna protección. En realidad lo que uno busca, -sí en los diabéticos la probabilidad de desarrollar retinopatía-, con algunos de los complementos vitamínicos con luteína es prevenir alteraciones en la retina ya sea por la propia diabetes o por trastornos vasculares de la microcirculación.
Otra vitamina a tener en cuenta es la B, la cual si no tiene contraindicaciones resulta de utilidad en la prevención de las neuropatías.
-¿Cuáles son los factores de mayor riesgo en nuestra población de pacientes mayores?
El mayor riesgo es estar desinformado. El segundo mayor riesgo es ver muchos médicos, no tener un médico de cabecera, y en orden decreciente las alteraciones de los órganos de los sentidos, trastornos siquiátricos, deterioros de la función psíquica. Creo que esos son los factores que pueden poner en mayor riesgo a los diabéticos, y las asociaciones mórbidas y farmacológicas que pueden eventualmente empeorar una diabetes o potencializar el efecto de algunos fármacos para empeorar el curso evolutivo de la diabetes.
Hay que hacer un alerta en el tema del consumo de “yuyos”, porque hay mucha gente que toma yuyos para la diabetes, para el ánimo y para muchas otras cosas. No quiere decir que sean malos, pero en realidad deben ser consumidos bajo la supervisión de alguien que entienda sobre el tema de los yuyos, porque también pueden llevar a interacciones farmacológicas o efectos tóxicos sobre el hígado, el riñón o sobre el sistema nervioso central.