La consulta masculina puede deberse a diferentes causas.
Lo más frecuente es la disfunción eréctil llegando casi al 73%, en segundo lugar, la eyaculación precoz, cerca del 15 % y las demás disfunciones; eyaculación retardada y deseo sexual hipoactivo o bajo, se ven menos frecuentemente, como se ve en la parte derecha del cuadro que sige.
Sabido es que los problemas de erección aumentan con la edad, algo que no se ve reflejado fielmente en este cuadro. Ello se debe a que después de los 75 años, no se consulta tanto como se debiera a pesar de que los problemas son mayores.
Después de los cuarenta años de edad, es más factible la aparición de factores de riesgo vascular.
Uno de los grandes temas en relación al origen de la disfunción eréctil, es la diabetes.
Cuando en la población general el porcentaje de diabéticos es de cerca del 8 %, en nuestra consulta llega al 23 %, siendo estos, pacientes que conocen su condición de diabéticos.
Existe un porcentaje de pacientes en los cuales nosotros descubrimos su Diabetes pues siempre debemos sospechar que ella este presente.
Cuando existen factores de riesgo vascular la disfunción eréctil se agrava en la medida de que ese factor no sea evaluado, controlado y tratado en forma adecuada.
La eyaculación precoz, es un tema bastante más frecuente en el paciente joven y sobre todo en las edades comprendidas entre los 19 y los 39 años como se ve en el cuadro.
Pero también vemos que a edades tardías, aunque en muy pequeño porcentaje, también nos consultan.
La eyaculación retardada al igual que la anorgasmia o falta de orgasmo, es un cuadro más frecuente a edades avanzadas dado que mucho tiene que ver con el envejecimiento y el enlentecimiento de las respuestas orgánicas.
Cada uno de estos problemas de la sexualidad masculina, merece un encare médico adecuado. Para ello es necesario un correcto y puntual interrogatorio con el objetivo de definir el diagnostico positivo. Si diagnosticamos mal, tratamos mal.
También es necesario saber cuáles son las expectativas del paciente.
¿Pretende garantías de la atención que va a recibir? En medicina, no existen garantías.
Debemos conocer los factores emocionales concomitantes que aparecen en el curso de cualquier disfunción sexual. Ansiedad frente al desempeño, temor al fracaso, así como el llamado rol de espectador que es cuando el paciente está pendiente de su performance alejándose de lo que es el placer de una relación sexual.
Es extremadamente importante conocer cuál es la reacción de la pareja frente a la disfunción de su compañero. ¿Lo acepta como parte de una patología de base? ¿Le recrimina a su pareja por qué no reacciona? ¿Lo cela pensando en que el problema es ella y no él? ¿Lo acusa de estar engañándola y por ello falta a sus deberes con ella?
Todo ello es necesario conocer para en definitiva saber en dónde estamos ubicados desde el punto de vista médico-sexologico.
También debemos conocer profundamente los antecedentes patológicos del paciente en todos los aspectos, tanto vasculares como neurológicos, urológicos, etc.
Los antecedentes familiares son siempre de valor debido a la importancia de los factores hereditarios.
La valoración física haciendo especial hincapié en el sistema cardiovascular, neurológico y por supuesto genital, completan una evaluación clínica adecuada.
En lo genital, específicamente, nos interesa la captación de los pulsos peneanos lo cual
exige una gran sensibilidad por parte del examinador.
En resumen, todo aquel que padece de una disfunción eréctil y pretende mantener una vida sexual activa y satisfactoria tanto para el como para su pareja, deberá tratarse tanto en lo médico como en lo estrictamente sexológico.