La eyaculación precoz (EP) es uno de los trastornos sexuales masculinos más comunes, con una prevalencia del 20-30% del total de varones. Se desconoce su causa y hay pocos datos que respalden las hipótesis biológicas y psicológicas propuestas como ansiedad, hipersensibilidad del pene y disfunción de los receptores de Serotonina. Mi experiencia me dice que la asociación de esos elementos en diferente grado la hayamos en casi todos los consultantes.
A pesar de ser tan frecuente, los pacientes suelen ser reacios a hablar de sus síntomas y muchos médicos no conocen tratamientos eficaces, incluso muchos, especializados en Sexología.
Es un problema infra diagnosticado y con frecuencia mal tratado. Además, la Eyaculación Precoz baja la confianza en uno mismo y la relación con la pareja, y puede causar angustia, ansiedad, vergüenza y depresión.
A pesar de las graves consecuencias psicológicas y los efectos sobre la calidad de vida, pocos varones consultan por vergüenza o debido al desconocimiento de que existen diferentes opciones de tratamiento.
Para el diagnóstico, el interrogatorio es uno de los aspectos primordiales en el manejo inicial de la EP y el mismo se basa en la historia clínica debiéndose considerar el tiempo desde la penetración hasta la eyaculación como el parámetro más importante y desde mi punto de vista, saber de la existencia o no de eyaculación antes de la penetración, en los juegos previos lo que representa el grado más intenso del trastorno.
La valoración de la relación de pareja es necesaria para un correcto diagnóstico y la opinión de la pareja puede contribuir de forma importante a entender el problema.
La exploración física es imprescindible en la valoración inicial y debe incluir un examen para identificar patologías subyacentes asociadas a la EP u otras disfunciones sexuales. Esta exploración es especialmente importante en la EP adquirida pero también en el caso del origen primario a pesar de que este trabajo diga que no es necesaria. Personalmente considero que el examen físico en la EP primaria es de suma importancia y gran parte del tratamiento depende de esos hallazgos.
Esta exploración debe buscar el Reflejo Bulbocavernoso, su fuerza y latencia y además comprobar que tan fuerte es la musculatura Isquio y Bulbocavernosa. Cuanto mayor fuerza del Reflejo, menor latencia y mayor fuerza de la musculatura, más rápida será la eyaculación. Uno de los errores que mas escuchamos y vemos incluso en las publicaciones nacionales, es la enseñanza de los ejercicios de Kegel para frenar la eyaculación. Craso error.
Los famosos ejercicios de Kegel, aumentan la fuerza de la musculatura perineal y acortan la latencia del Reflejo Bulbocavernoso.
A pesar de esto, neurofisiologicamente comprobado, los sexólogos uruguayos insisten en tratar mal este trastorno, no voluntariamente sino por una mala formación.
En el contexto general de la EP primaria nos vamos a encontrar con pacientes constitucionalmente ansiosos y el apoyo psicológico con sus diferentes terapias dirigidas a ese tipo de personalidad, tienen una importancia preponderante.
Tratamiento:
Desde el punto de vista médico, existe una diferencia dependiendo de que sea una EP primaria o secundaria.
Cuando el caso es primario, bajar los niveles de ansiedad, enseñar a controlar el reflejo Bulbo cavernoso e inhibir la fuerza de esa musculatura, son premisas necesarias en todos estos pacientes.
Los inhibidores de la recaptación de Serotonina, son medicamentos de primera línea. La Dapoxetina es un fármaco de uso a demanda a diferencia de los otros pero que dejo de existir en Uruguay por lo que se debe recurrir a la Sertralina o a la Paroxetina con las precauciones adecuadas.
En la EP secundaria, es necesario tratar el problema de fondo lo cual puede corregir el control eyaculatorio, aunque a veces se requiere medicación especifica.
Una de las razones más frecuentes de esta forma secundaria es la falla parcial de la erección. Los pacientes refieren la diferencia que notan en su control desde que comenzaron los problemas eréctiles. Diagnosticar y tratar de manera adecuada la falla en la erección, se acompaña de un enlentecimiento de la eyaculación en la mayoría de los pacientes.
El médico debe estar atento al origen para que su tratamiento sea el adecuado.
Tomado del Dr. Rafael Prieto. (Unidad de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva. Hospital Regional Universitario Reina Sofía, Córdoba, España.) y otros Autores.
Resumido y adaptado a nuestra propia experiencia.