Insistimos en ello, debido a que no todos los pacientes conocen las posibilidades terapéuticas con las que contamos en nuestro medio, al igual de lo que sucede con un alto porcentaje de médicos que no están dedicados al tema.

Ciertos tratamientos son capaces de provocar cambios notables en lo que es la respuesta eréctil cuando otros intentos terapéuticos han fallado.

 

La función hace al órgano.

Cuando se comienza a perder la erección, es momento para consultar y no dejar que el proceso se vuelva crónico dejando que pase el tiempo. El resultado de largas esperas genera un daño cada vez mayor y con más dificultades para su tratamiento efectivo.

La función del pene es la penetración mediante la erección, porque para orinar no se precisa la erección, ni siquiera se necesita del pene para ello.

El primer tratamiento que tenemos a nuestro alcance es la vía oral.

Si bien existen varios fármacos por esta vía, en nuestro país se usa el Sildenafil y el Tadalafil. El primero está en nuestro mercado desde el año 1998. Ambos actúan mediante la inhibición de una sustancia que a nivel del pene produce vasoconstricción, por ende, al bloquear esa sustancia, el efecto es la dilatación y como consecuencia la erección.

Su prescripción está basada en la ausencia de contraindicaciones y en la eficacia que el fármaco produce en cada paciente en particular. Esa eficacia depende de múltiples factores, ya que cuanto más importante sea el daño vascular padecido por el paciente, menor va a ser el efecto de estas drogas.

En muchos casos, luego de un periodo más o menos variable, la vía oral deja de ser efectiva y se debe aumentar la dosis siempre que el medico lo permita.

La dosis de comienzo es en general, de 50 mg por toma pudiéndose llegar a los 100 mg cuando no fue eficaz la dosis anterior, en el caso del Sildenafil.

Por encima de los 100 mg, la droga, según nuestra experiencia, no genera mayor cambio en la erección, pero si mayores efectos secundarios, aunque ninguno de ellos, grave.

En el caso del Tadalafil, la dosis de partida pre coito es de 20 mg y al igual que con el Sildenafil, incrementos de esa dosis no varían la respuesta eréctil. El Tadalafil actúa de manera muy parecida al Sildenafil en su acción farmacológica, con la ventaja de que una vez ingerido, su efecto aparece en 30 minutos y se puede mantener más allá de las 24 horas. Esto significa que una vez que se ha ingerido, el efecto eréctil aparecerá dentro de ese periodo una vez lograda la excitación sexual.

El Tadalafil existe en presentación de 5 mg para toma diaria lo cual favorece la oxigenación de los cuerpos cavernosos y coadyuva para mejorar la respuesta eréctil.

Cuando la vía oral no actúa, el segundo escalón terapéutico, es la inyección intracavernosa.

Decidido este paso, lo único que se requiere, descartadas patologías específicas, es realizar lo que se denomina, test o prueba de erección.

Una vez lograda la dosis efectiva para ese paciente, se deberá instruirlo adecuadamente para que él mismo proceda al uso.

Las Inyecciones Intracavernosas, están formalmente indicadas en:

  • Pacientes donde no actúa la vía oral.
  • Trastornos arteriales de diferente tipo.
  • Trastornos de origen neurológico.
  • Síndrome veno-oclusivo.
  • Trastornos de origen psicológico, pero donde ni la terapia sexual, ni la vía oral, han dado resultado.
  • Disfunciones eréctiles inducidas por drogas o aquellas de origen mixtos.

 

Las contraindicaciones son, por suerte, poco frecuentes:

  • Graves trastornos de la coagulación.
  • Enfermedades psiquiátricas graves.
  • Importante fibrosis peniana.
  • Enfermedad cardiovascular que contraindique el esfuerzo de una relación sexual.

 

El abuso es tan perjudicial como con cualquier otro fármaco.

Su eficacia dependerá de su correcto uso.

Con frecuencia se me consulta por las Ondas de Choque. Los trabajos demuestran cierta eficacia a mediano plazo, aunque en general se indican asociadas a la vía oral. Por ende, no se sabe a qué se debe el beneficio, ¿a las ondas o a la vía oral?

Aun carecemos de trabajos serios de investigación con las Ondas de Choque, por lo que el único beneficio efectivo es para las clínicas dueñas de esos aparatos.